Una tarde de 1965, Roman Opalka pintó un uno blanco en la esquina superior izquierda de un lienzo totalmente negro. No paró de pintar el paso del tiempo hasta que murió. Llegó a 5607249. "El problema es que somos y estamos a punto de no ser", decía. Su historia merece ser leída.
5 comentarios:
Para una novela...
ME gusta!!!! Gracias!!
Da un poco de angustia, pero es increíble.
¡Qué idea más sugerente para un relato! Muy "Borges" este hombre. Gracias. ¡Cómo pasa el tiempo, Víctor!
Tan rápido que como se piense mucho, agobia.
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