En los ochenta, antes de la caída del muro de Berlín, los comunistas de Alemania del Este consideraban el skate una amenaza. Este nuevo entretenimiento provenía de Estados Unidos, y por lo tanto representaba un peligro; tanto que en algunos medios de comunicación se aconsejaba a los padres de familia "ser responsables de proteger a nuestros hijos y a la juventud del skate". Para intentar controlar esto, muchos agentes del servicio secreto se infiltraban en grupos de skate (como también hicieron en la escena punk) para seguir a los chavales, identificar a sus líderes o frenar el tráfico de tablas. Todo esto se cuenta en la conocida "This is ain´t California", de Marten Persiel, pero hoy os hablo de esto porque he descubierto estas fotos de Harald Schmidt de la escena del patín en aquella época y me han molado muchísimo.
2 comentarios:
me pregunto...en USA los patines con la oz y el martillo ...y en la RDA? con barras y estrellas?
Llevar la contraria y dar por culo son dos cosas que siempre han ido de la mano del patín.
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